domingo, julio 07, 2013
El último tango en Santiago
La última melodía del bandoneón que se cuela por entre las comisuras de la tarde
trae vestigios de una tristeza que no es mía.
Me entreveo por los cristales polvorientos de mi altura habitada.
El aire frío tatúa figuras chinescas en el aliento exhalado.
Ya no me entristece la tarde en su tránsito fecundo hacia la noche
pues siempre es de noche cuando me salen alas y puedo salir a volar sobre la ciudad
y encontrarte en algún callejón
en alguna vereda
en alguna plaza a media luz.
La última melodía del bandoneón que se cuela por entre las comisuras de la tarde
trae el último tango en Santiago
antes de morir y renacer.