viernes, agosto 23, 2013

Consciencia y aceptación

Se me escurrió entre los dedos, cuando mis ojos miraban para otro lado, cuando mi mente estaba puesta en las trampas de lo cotidiano. Y se me olvidó decirle cuánto la amaba, se me olvidó abrazarla sólo porque sí, sólo porque era necesario, sólo porque la amaba y ella me lo pedía en silencio y a viva voz. Se me escurrió entre los labios, cuando mis labios apretados por las trampas del día a día se secaron, aún cuando estaba su boca para llenarlos. Y se me olvidó que ella era mi todo, mi luna y mi razón… no, no se me olvidó, pero pensé que lo daba por sentado. Ama en el acto, en la entrega. Amar es conquistar cada día el amor de quien amas, cada día ir más allá de lo que supones puedes amar a esa persona. Amar es entregarte en cuerpo y alma a construir el amor. Se me escurrió entre los dedos, la perdí. Sólo me queda dejarla ir, lentamente, viviendo un luto previo que apacigüe mi tristeza, intentando reconstruirme en el vacío, antes que salga por la puerta de nuestra casa y vea su espalda por última vez.

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