lunes, septiembre 28, 2009

Puedo, entre tus muslos, desdoblarme.

Entre tus muslos espesos puedo convertir una piedra en oro
una lágrima en diamante
una pena en suspiro
una sonrisa en lágrima feliz
un arqueo en música profana.

Entre tus muslos
que se constituyen en un templo para mi voraz devoción
en un altar para mis vibrantes sacrificios
en una ruta para mis fecundas procesiones.

Puedo
entre tus muslos
tocar las notas exactas
para revivir a los muertos de cualquier muerte
porque tus muslos me nutren de ganas
y hacen que cada célula de mi cuerpo
se agite y explote como una estrella.

Puedo
entre tus muslos
desdoblarme y acercarme a todos los dioses
que habitan entre tus muslos
y me ungen con sus mantos sacramentales.

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