jueves, abril 29, 2010

A la altura de las circunstancias

Me gustaría estar a la altura de las circunstancias
mirar al destino directamente al rostro
e invitarlo un par de copas
emborracharlo y dejarlo botado en un callejón rodeado de ratas.

No tengo, sin embargo
las pelotas para hacerlo
ni la ocasión.

Paseo entonces
insomne por mi habitación
con una copa de vino.

Contra los consejos de mi razón estoica
iluso rasgo las vestiduras de cierta esperanza
queriendo obviar que soy yo mismo el que juega las cartas.

Miro por la ventana de mi balcón:
16 pisos arriba del suelo
74 pisos arriba de la entrada al infierno
miles de kilómetros abajo de la luna.

Como el sol de la noche antártica
asisto al ocaso de mis ganas
ante un tiempo que adolece de sentido.

Me gustaría estar a la altura de las circunstancias
mirar al destino directamente al rostro
y decirle que es un hijo de puta.

Me queda poco para elegir qué de camino voy a tomar.

La elección de la última mirada
la elección de la última palabra
la última elección antes de dar vuelta los ojos hacia adentro
y contemplarme como quien contempla a un idiota a punto de saltar.

Hago un ejercicio póstumo
a mi sensibilidad auto-destructiva.

El destino me mira a los ojos
enfundado en su abrigo de invierno
a sabiendas que todo ahora es invierno
y que
si bien tengo las ganas
no voy a mirarlo a los ojos
porque en el fondo soy un cobarde
que no está a la altura de las circunstancias.

Darse cuenta

Perdona
no quise molestarte
pero volví de una vida que no era mía
donde hice lo que tenía que hacer (supuse)
para ser una buena persona.

Llegue a un punto en que no pude soportar el dolor
que me provocó darme cuenta que esa vida no era mía.

Ese es el problema de haberme dado cuenta.
Cuando me di cuenta de eso
también me di cuenta que estaba solo.

Perdona
porque somos amigos
¿cierto?
¿o es sólo una idea mía?

Lo siento
no quiero molestarte.

Hace frío en la calle y mi alma está enferma, sola y triste.

Volví de una vida que no era mía
pero mi vida ahora es un desastre
y me doy cuenta de eso.

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