sábado, mayo 08, 2010

Ella duerme

Toco la noche con la punta de mi lengua.

Veo su cuerpo oscuro que respira soledades
enmarcado de silencios y sombras tenues.

Toco la noche con la punta de mi lengua
y comprendo que soy un espejismo idealizado
en algún rincón del tiempo.

Toco la noche con la punta de mi lengua
y comprendo que yo soy en ella
en tanto sólo ante ella me desvisto de rumores y harapos
que cubren mi rostro.

En ella soy
fuera de ella sólo paso como un espectro de carne marchita
que se disuelve en ausencias.

Ella duerme,
yo no puedo cerrar los ojos.

Escucho su respiración calma mientras duerme
a través de los mares de distancia que nos separan
a través de los siglos de sal que cubren sus huellas en mi camino.

Ésta es ella presente en mis brazos y, sin embargo,
ausente y solitaria
lejos de estar cerca siquiera
de la posibilidad de develar su misterio.

Ella duerme mientras yo no puedo cerrar los ojos
y toco la noche con la punta de mi lengua.

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