martes, septiembre 11, 2012

A media voz

A media voz, entre los crespones de la madrugada, despunta un susurro mitológico de tristezas innombrables. A media voz, como si fuera muy callada o de potencia muy leve, la boca pronuncia un conjuro contra la pena negra de los muertos que no están en paz. A media voz, cuando las horas nocturnas dejan de correr a la misma velocidad que las horas diurnas, el estómago se aprieta con otros dolores y otras esperanzas. A media voz la vida es distinta a la vida a media voz.

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