Fue el aire mientras duró la Fé.
Luego te das cuenta que la Fé es ciega
y lo más cierto es que la tumba será el descanso.
No hay lamentos
no hay resquemores
no hay abismos.
La Fé siempre traiciona
cuando es argumento para vivir
y no la vida en sí.
Requiem
para mí mismo
en la noche
de la noche.